domingo, 5 de julio de 2009

no-currículo

Dándole vueltas al libro que nos ocupa, he caido en la cuenta de que, en contra de lo que es costumbre, no aparece por ninguna parte del mismo ninguna referencia biográfica a mi persona. Ya saben, esa reseña que brevemente glosa la obra y milagros del autor para que el lector despistado se ubique adecuadamente ante la lectura. Intentando poner remedio a tal omisión pero siendo fiel a mis principios, a continuación reproduzco mi

No-Currículo

Realmente resulta odioso definirse por lo que uno no es, por aquello que nunca se alcanzará más allá de una noche de sueño intranquilo o un momento heroico de ebriedad. Pero sin duda, es éste el último acto de honestidad que me debo a mí mismo.

Así, y de esta guisa, yo no nací en el seno de una familia ácrata ni contracultural. No fui un bebe precoz, ni un niño prodigio, ni mucho menos un joven enardecido por la osadía o la más irrefrenable actitud rebelde. De mis méritos académicos habla mejor la tinta malgastada en centenares de apuntes y exámenes en la Facultad que el lugar al que estos me relegaron en la vida. Mi aptitudes artísticas y creativas, siempre puestas a prueba, han recibido de forma casi permanente el no-reconocimiento que las sitúa en su justo lugar, el de la generación, no ya perdida, sino más bien extraviada. No soy tertuliano de atractivos debates radiofónicos de la vanguardia cultural ni dirijo institución alguna de renombre. Por no gestionar, no gestiono ni mi propia cultura con decencia. En definitiva no soy alto, ni bello, ni rico pero ¿qué se le va a hacer? tampoco la vida es es noble, ni buena, ni sagrada.

Esto es lo que no-hay. Pero espero que estén ustedes de acuerdo conmigo en que definirse en el fracaso es siempre preferible a hacerlo en la autocomplacencia.


(ilustración "Fetichini se pone surrealista" extraida de mi Comicblog "Extraños en Arcadia"

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